L@s abstencionistas son el coco




Se acercan nuevas elecciones y con ello empiezo a ver y oír por parte de muchas personas juicios de valor sobre la elección libre y legitima de no votar. A menudo me he sentido en estos periodos como en una caza de brujas. Las elecciones consiguen crear un debate público en el que parece que toda persona se siente libre de repartir patentes de demócratas.

Este tema me resulta especialmente molesto cuando me siento cuestionado por personas que no me conocen de nada o, por otro lado (y además), no las he visto en ninguna asamblea, movimiento social, pertenencia a colectivos sociales o asociaciones… Pero aún asi, nos intentar hacer ver a los que hemos decidido llevar un proyecto de vida donde nuestras acciones en el día a día buscan un cambio político permanente la importancia de voto. No voy a caer en la misma trampa acusadora de la que me defiendo acusando de forma generalizada a todas esas personas diciendo que su única implicación política es votar cada cuatro años, habrá de todo. Pero sí quiero hacer constar la contradicción que supone generar momentos de preocupación política exageradas pero puntuales, mientras tengo la firme convicción que la única política transformadora es aquella que genera una implicación de la ciudadanía en su entorno más cercano de forma permanente.

Dos son las acusaciones más repetidas:

La abstención beneficia a la “derecha” o, para quienes no se mojan tanto, a la mayoría.
La “derecha” esta unida mientras que la “izquierda” esta dividida.
Este tema da para lo suyo y es lo suficientemente complejo como para que afirmaciones tan generales y simples sean ciertas. Tanto el beneficio de la derecha con la abstención como el voto dividido de la izquierda son falsos.

Mito 1: la abstención beneficia a la “derecha”
Con respecto a la abstención sólo influye a favor o en contra de partidos concretos en la medida que ese “voto ausente” no vaya a ese supuesto partido al cual podría haberse votado. Si creemos que con la abstención es sólo la izquierda la perjudicada, ¿estaría mejor entonces que una persona que se abstiene votase a la derecha?

Supongo que este pensamiento generalizado por parte de muchas personas de “izquierdas” se debe a la creencia de que quienes no votan son de izquierdas. Pero yo me pregunto si la derecha no piensa lo mismo. No creo que haya una sola derecha. En cualquier caso son afirmaciones que se han repetido hasta la saciedad y se han interiorizado tanto que pasamos también a reproducir este tipo de afirmaciones sin haber realizado antes un ejercicio de (auto)crítica. ¿O alguien ha llegado a esta conclusión por si mism@ tras realizar su propio análisis?

Materialmente hablando, si hubiera que demostrar con cifras la influencia de la abstención en las opciones de voto, el beneficio más palpable es la reducción de la barrera electoral que se establece en base a los votos emitidos. Por lo tanto, los beneficiarios más directos de la abstención son los partidos minoritarios, principal perjudicados con el sistema electoral. Actualmente existen en Internet múltiples análisis y explicaciones de la Ley D´hont que nos ayudará a entender como funciona el sistema electoral español, por ejemplo:  Explicación Ley D´hont y análisis crítico en Transformando Getafe.

Mito 2: La derecha esta unida
Actualmente hay registrados más de 4.600 partidos políticos en España. Para las próximas elecciones, en concreto, se presentan 4.681 partidos repartidos por todo el territorio español. Hay para todos los colores y matices. Sin necesidad e hacer un análisis exhaustivo comparto los partidos que yo conozco y catalogaría de “derechas” y de “izquierdas” según el ideario de mucha gente (los propios partidos si se les preguntará no usarían estos términos, y yo mismo, seguramente tampoco me ceñiría a estos adjetivos y hablaría también de partidos más o menos neoliberales):

Partidos de “derechas”

Partido Popular
Ciudadan´s
Falange auténtica
Falange Española
Falange 2000 (si, !tres partidos de la Falange!)
Vox
Familia y Vida

Partidos de “izquierda”

Izquierda Unida.
Equo
Podemos
Las diversas iniciativas de Ganemos u otros nombres que surgen de estas iniciativas de confluencia.

Si tuviera que extraer una conclusión actual me atrevería a asegurar que hay tanta división en los partidos de “izquierdas” como de “derechas”. Más aún, de las diversas iniciativas de confluencia política electoral que han surgido a raíz de las candidaturas ciudadanas, a pesar de haber supuesto una confluencia parcial por las personas y partidos que han decidido finalmente mantenerse fuera, han conseguido generar (con diversos niveles en función del territorio) niveles de confluencia históricos.

No creo que pensar que este mito es cierto sea constructivo ya que deriva la atención del problema real, un sistema que refuerza el cambio de turno entre partidos de corte neoliberal históricamente posicionados en las cotas de poder y reforzados por el actual sistema electoral. Quienes nos gobiernan no están ahí porque haya una derecha que vote unida en masa. Haciendo un análisis de las últimas elecciones generales podemos ver como el Partido Popular alcanzó la mayoría absoluta con un 30% de apoyo, o dicho de otra forma, por distintos motivos, un 70% de la gente no apoya al Partido Popular.

Defendamos la libertad de elección

Por último, no podemos olvidar que la abstención es una opción igual de democrática que cualquier otra. Sin embargo ¿estamos defendiendo la democracia a través de la defensa de los valores que supuestamente representa? 


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