Democracia

Tasio

La farsa electoral se adelanta al 21 octubre de 2012 en Euskal Herria y Galiza

No tenemos curro pero cobramos




Ese es el problema:


“…es que justamente ese es el problema: uno no tiene que ganarse la vida, tiene que reclamarla.”

ESCUCHA BIEN, ESCLAVX VOLUNTARIX: ¡ABAJO EL TRABAJO!


El trabajo mata. El trabajo paga…
El tiempo pagado no se recupera nunca más.
R. Vaneigem

¡Qué locura el amor al trabajo! ¡Qué gran habilidad escénica la del capital
que ha sabido hacer que el explotado ame la explotación,
el ahorcado la cuerda y el esclavo sus cadenas!
A. M. Bonanno

¡La revolución comunista se trata de oponernos hoy al capital,
su Estado y su sistema de trabajo asalariado!
Autonomía Proletaria


Proletario-a:

El trabajo es la actividad no libre, deshumanizada y explotada a causa de la propiedad privada. Se trata de una actividad separada de los demás aspectos de la vida que, al producir mercancías, nos separa y aleja de nosotrxs mismxs como humanxs. La sociedad capitalista es la sociedad del trabajo. En ésta, no trabajas para vivir: vives para trabajar. Así, desde que naces hasta que mueres, desde que te despiertas hasta que te duermes (y hasta en los sueños y pesadillas), estás sometidx al trabajo por todos lados. Pero ¿se puede llamar vida a esto? ¿Estás satisfechx o feliz con ella? ¡Seguro que No! Y aunque lo ocultes o te autoengañes, tú lo sabes, tú lo sientes…

¿Por qué? Porque, en otras palabras, el trabajo es obligación, explotación, opresión, alienación, sacrificio, sufrimiento, fatiga, agonía (tanta, que hasta en los buses te duermes y en tu casa haces menos el amor). El trabajo es una tortura.*  Y ninguna tortura “dignifica” al ser humano. Al contrario: nos vuelve cosas-mercancías que producen la riqueza y el poder de los ricos y poderosos, a la vez que nos pone a competir entre nosotrxs mismxs y nos hace individualistas. EL TRABAJO DESHUMANIZA. EL TRABAJO ENFERMA. EL TRABAJO MATA (a la humanidad y a la naturaleza). En fin, el trabajo es nuestra mortal esclavitud asalariada, administrada y vigilada por el Estado-Capital.

Pero ¿por qué debemos trabajar y sobrevivir a cambio de un salario para no morirnos de hambre? Porque estamos en una GUERRA DE CLASES, donde cada acto que el capital hace y publicita en nombre del progreso o del bienestar solo es posible a costa de explotarnos, someternos y hacernos aún más miserables mediante el trabajo asalariado. Amenazándonos y aterrorizándonos siempre con el desempleo (sobre todo en momentos de crisis capitalista, como el actual), cuando la verdad es que si el trabajo fuese abolido, también desaparecería el desempleo. Es decir, el trabajo -junto con la propiedad privada- es la principal arma del capital para mantenernos explotadxs, controladxs y anuladxs como clase revolucionaria, como proletariado. Pero si la burguesía y su Estado nos dominan de tal modo, es porque en el fondo nos tienen miedo. Sí: miedo a que lxs proletarixs les hagamos la guerra a ellos. Miedo a que nos asociemos para luchar autónomamente por nuestras reivindicaciones de clase. Miedo a que nos reapropiemos de todo lo que hemos producido y lo usemos para satisfacer nuestras necesidades humanas y ya no las ganancias del capital. Miedo a que el proletariado ataque y asalte de nuevo esta sociedad de clases. Miedo a que nos rebelemos contra todo este orden de cosas y lo eliminemos por la fuerza. Miedo a que neguemos y destruyamos lo que nos niega y nos destruye: miedo a que dejemos de trabajar, a que dejemos de ser sus bestias-máquinas de hacer riqueza a costa de nuestra miseria y, en lugar de eso, nos dediquemos a vivir y a luchar para ser libres y felices de verdad… Precisamente por esa fuerza vital revolucionaria que poseemos y que podemos ser, hermanx proletarix, no se trata solamente de luchar por “mejores condiciones” laborales y salariales (bajo el yugo del capital), sino de LUCHAR CONTRA EL TRABAJO. Y a largo plazo, no se trata de “liberar al trabajo”, sino de liberarnos del trabajo para así vivir una vida que merezca ser vivida.  

Pero en vez de todo eso (¡cuán dominadxs estamos, maldita sea!), tú haces como si la guerra de clases no existiese y prefieres seguir siendo explotadx y oprimidx en el trabajo como si fuese algo “normal” y hasta “eterno”; prefieres seguir pasando y haciendo pasar amargas necesidades a lxs tuyxs, porque “así es la vida” o porque “diosito así lo quiso”; y, peor aún, prefieres seguir alimentando con tu miedo ilusiones burguesas (del tipo “estudiar, trabajar y tener dinero para ser alguien en la vida”, etc.), en lugar de romper tus cadenas de una vez. Entonces el problema no es solo que te toque trabajar para sobrevivir porque no eres dueñx de propiedades o negocios que te den dinero para adquirir lo necesario: el problema es que prefieres seguir siendo unx esclavx voluntarix antes que asumirte y luchar como proletarix.

Proletario-a: 

¡No permitas que el trabajo absorba tu existencia! ¡No dejes que tu horario secuestre tu tiempo!

Quien controla el tiempo (y el espacio), controla la vida. Por eso:

¡ARRÁNCALE TIEMPO A LA INHUMANA, ABSURDA Y ASESINA RUTINA DEL CAPITAL!

Y en ese tiempo, VIVE, ama, goza, descansa, come, bebe, baila, canta, juega, crea, viaja, lee, aprende, escribe, comparte, discute, organízate, conspira, lucha, lucha, LUCHA...

Practica y disfruta la pereza, el ocio o la "vagancia" como una forma de resistencia contra el trabajo. Esto ya es una forma de boicot e incluso de sabotaje al capital. Y además es una forma de autoproteger tu salud y tu vida. Asimismo, practica el “robo” a tu patrón o a “tu” empresa para “desquitarte” de lo que te explota y para ayudar a satisfacer tus necesidades y las de lxs tuyxs. Esto también es acción directa contra el capital.

“Dijeron ¿robar?” –tal vez preguntes asustadx. A lo que respondemos: “¿es robar si ya es robado?” Pues no, hermanx proletarix, no sería un “robo”, sino una legítima recuperación de lo que nosotrxs mismxs hemos producido con nuestro trabajo y que, por lo tanto, nos pertenece, pero de lo cual los ricos se han apropiado y lucrado. Por eso, los únicos y más grandes “ladrones” son los capitalistas. La propiedad privada y el trabajo son un robo en sí mismos: nos roban los medios para poder vivir, el fruto de nuestra actividad, nuestro tiempo, la vida misma... Así que no te sientas mal si les “robas” a los capitalistas: antepón e impón así tus necesidades humanas y de clase frente a las asquerosas exigencias del trabajo y del capital. “El patrón te necesita, tú no necesitas al patrón”. Entonces, no lo dudes:

¡“RÓBALE” TIEMPO AL TRABAJO PARA VIVIR Y PARA LUCHAR! CON ASTUCIA, PERO SIN MIEDO.

Proletario-a:

¿No estás cansadx ya de ser unx esclavx asalariadx, unx siervx voluntarix, una criatura sumisa y pasiva, casi inerte? Pues deja ya tu rol social de “buenx trabajadorx” o “buenx ciudadanx”. Asúmete como proletarix y lucha por una vida salvajemente libre, comunitaria y placentera.

¡TOMA TU VIDA EN TUS PROPIAS MANOS! Y mantente en combate para que no te la vuelvan a quitar.

Desconfía, rechaza y enfrenta tanto a tus explotadores y dominadores como a tus representantes, dirigentes o “salvadores” (mafia de reformistas), que en verdad solo quieren ser tus futuros pastores o amos capitalistas.

Pero sobre todo, ¡deshazte del burgués que hay en ti! ¡Desnuda y mata al opresor que llevas dentro! Sí: ¡TÚ MISMX ERES TU MAYOR OPRESORX Y, POR ESO, TÚ MISMO ERES TU MAYOR LIBERTADORX! Para ser libre hay que luchar contra el sistema, pero también hay que luchar contra unx mismx.

¡TU LIBERACIÓN SERÁ OBRA DE TI MISMX O NO SERÁ OBRA DE NADIE!

Sin embargo, la lucha proletaria no es una lucha individual, aislada. Es una lucha de clase, como proletariado. Pero sabiendo que ¡no es ningún orgullo ser proletarix! ¡Al contrario: es una condena que hay que abolir! Y es que proletarix no solo es el/la desposeídx y explotadx, sino el/la que no tiene poder sobre su vida y lo sabe. Por eso la lucha proletaria en el fondo es una lucha por reconquistar la vida de las garras del capital. Por eso EL PROLETARIADO SOLO SE AFIRMA EN SU NEGACIÓN: CUANDO LUCHA CONTRA EL TRABAJO Y PARA DEJAR DE SER HUMANIDAD PROLETARIZADA Y SUFRIENTE. Por eso EL PROLETARIADO ES REVOLUCIONARIO O NO ES NADA.

Con esa perspectiva y ese espíritu, une o junta tu resistencia a la de otrxs proletarixs que también resisten a diario como pueden, y a lxs cuales solo en la lucha contra el enemigo común lxs encontrarás (no “reclutándolxs” ni “concientizándolxs”). Entonces allí, en la misma lucha de clase, construye relaciones humanas libres de explotación y dominación: relaciones igualitarias de SOLIDARIDAD y afecto entre proletarixs y, al mismo tiempo, de ANTAGONISMO a muerte contra el capitalismo y sus agentes. Construye así una real COMUNIDAD DE LUCHA proletaria en contra y más allá del mundo del capital. Y junto a tu comunidad de lucha, hermanx proletarix, de maneraautónoma y apasionada, lucha por reconquistar tu vida y vivirla de verdad. Porque LUCHAR CONTRA EL TRABAJO ES LUCHAR POR LA VIDA: ésta es, sin duda, una lucha revolucionaria, cuyo carácter es mundial, histórico y cotidiano a la vez.
    
Es mundial, porque nuestrxs hermanxs proletarixs que hoy luchan en otras partes del mundo (siria, egipto, grecia, españa, ee. uu., chile, bolivia, etc…), en última instancia están luchando -así no lo sepan o así lo llamen de otras formas- contra toda esta sociedad del trabajo, contra la mercancía, el dinero, las clases y el estado. Y su lucha es nuestra lucha, porque LXS PROLETARIXS NO TENEMOS PATRIAS, sino que somos una sola clase mundial, un solo puño, un solo corazón.

Es histórica, porque la lucha proletaria contra el trabajo existe desde que existe el capitalismo. Y porque, históricamente para liberarnos de nuestra condición de “clase que vive del trabajo” y, en cambio, para vivir y ser una comunidad humana real y mundial (la sociedad sin explotación ni dominación de ningún tipo), hay que abolir el trabajo asalariado y la propiedad privada mediante la dictadura revolucionaria (social, antiestatal) del proletariado. Sí: ¡DICTADURA DEL PROLETARIADO PARA LA ABOLICIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO!

Pero también es cotidiana, porque ¿qué más cotidiano para lxs proletarixs que el maldito trabajo? Por lo tanto, en la lucha o resistencia cotidiana –colectiva e individual- contra el trabajo también habita el vivo fantasma de la revolución comunista y anárquica; así también se siembra las semillas de la revolución. 

Proletario-a:

Tal vez hoy nos descalifiques como “vagxs”, “irresponsables”, “locxs”, “utópicxs”, “extremistas”, “lumpen” y otros típicos insultos vacíos, a lxs proletarixs comunistas y anarquistas que odiamos el trabajo y luchamos contra él. Pero mañana, cuando tus mismas necesidades y deseos vitales te empujen a luchar sin intermediarios ni miedos contra el trabajo y sus perros guardianes (de derecha y de izquierda), nos llamarás compañero-a, y entonces seremos cómplices enrabiadxs contra la esclavitud del trabajo y amantes apasionadxs de la vida libre en comunidad.
                                       

¡A LUCHAR CONTRA EL TRABAJO HASTA ABOLIRLO!
¡El FIN DEL TRABAJO ASALARIADO ES EL PRINCIPIO DE NUESTRAS VIDAS!
¡POR LA ACTIVIDAD HUMANA LIBRE, COOPERATIVA, CREATIVA,
PLACENTERA Y LIBERADORA!
¡POR UN MUNDO SIN TRABAJO, CLASES NI ESTADO, PERO CON PAN, TIEMPO LIBRE, COMUNIDAD Y FELICIDAD REALES!


Brigada fantasma de agitación comunista-anarquista
fantasmacomunistaanarquista[a]gmail.com
Quito-Ecuador, verano 2012

Teo en el paro



Postura contra el sindicalismo y por la Autonomía, difusión y crecimiento de la lucha anticapitalista


Los sindicatos en todas sus variantes por más que se digan “combativos” o “revolucionarios”, democráticos, peronistas o de izquierda no son más que un aparato, una institución de arbitraje o mediadora entre lxs explotadxs y las patronales y/o el Estado. Que haya quienes manejen las palancas de ese aparato es lo que necesitan los explotadores y políticos para sentarse a negociar, a parar la bronca con miserables migajas, o elaborar las “listas negras” con los nombres de lxs obrerxs rebeldes, a perpetuar la jerarquía y la delegación, a dividir por ramas de trabajo, oficio o profesión a las victimas del mismo enemigo: el capitalismo. Así vemos, cada vez que hay un conflicto, y sobre todo si tiende a desbordarse, o a sobrepasar la normalidad de la “paz social” aparecer a estos expertos de las leyes laborales, a estos “sindicalistas profesionales” manipular la asamblea, “aconsejar” qué sería “lo mejor”, casi siempre recurrir al ministerio de trabajo que son las otras oficinas de los explotadores, y no para prenderlas fuego precisamente, sino para “solucionar” el conflicto, y retornar a la maldita normalidad del trabajo, casi se podría afirmar que estos personajes están más interesados en continuar la producción que los patrones, ya que es de ahí de donde sacan su tajada.                                                              
De nada sirve tomar un sindicato “para pedir elecciones” por considerar corruptos a quienes tienen ese cargo o considerarlos obstáculos en la lucha ya que esa es su esencia, de nada sirve entrar a este sino es para echarle nafta y fuego, extinguir el sindicalismo, dando lugar a la lucha autónoma irreconciliable y sin intermediarios!

Al “sindicalizarse” la lucha, o desviarse al plano sindical, donde empieza la disputa por la palanca, los pequeños o grandes kilombos, las calumnias y el vasallaje, etc. Es donde termina la posibilidad de lucha real contra el capital.

¿Y como sería una lucha autónoma entonces? No se encuentra una respuesta mágica a esta pregunta sino en la misma práctica que apunte con mira certera la critica y las acciones contra todo dirigismo y delegación, con horizontalidad real en la situación que sea, asamblea, núcleo de base o individualmente; se puede agregar también, de una postura que no tranza ni dialoga con los explotadores, porque lleva ansias de liberación y reconoce las cadenas que se lo impiden: el trabajo asalariado, la mercantilización de la vida, la propiedad privada. Fuera y contra las estructuras del Estado/Capital, que se afirma por la destrucción de la política y la servidumbre de los partidos y los sindicatos.


Anarquistas de Puerto Deseado (sur de la región argentina) 
extraído de su publicación "Esteparia" nro1 de Marzo de 2012, solicitarla a: anarquia_puertodeseado[arroba]hotmail.com

Una traición que dura una vida, no es una traición


Hace unos días se me quejaba un minero. Había salido del encierro de un pozo, un poco amargado. No había cubierto sus expectativas, el Gobierno no había negociado, la patronal estaba donde estaba, y los sindicatos, que en este caso son CCOO y UGT, les habían traicionado…

Y bueno… Pues… ¿Y qué? La estrategia del Gobierno es la esperable: aguantar, alargar los conflictos, circunscribirlos, aislarlos y dejar que mueran solitos de inanición. Hoy los mineros, mañana RENFE y ayer el 15-M… Todo devorado. La estrategia de las dos centrales es la de la concertación: sentarse ante una mesa con los rufianes del gobierno y de la patronal, repartirse las prebendas que les toquen a cada cual, dar lo que le corresponda a los currelas en indemnizaciones y prejubilaciones, hacerse la foto en la prensa, y aquí no ha pasado nada. Eso es tan así, como que los buitres comen carroña. Quejarse de que los sindicatos traicionan, es como quejarse de que te ponen la cornamenta desde el día de tu boda, todas las semanas varias veces, cuarenta años después, y con fotografías en el face. Puedes quedarte con tu pareja, por supuesto, puedes quejarte, pero no te está traicionando.

Así que si vas con UGT y CCOO, lo que tienes que hacer, por tanto, es estar preparado para ese momento traidor disponiendo tu propio plan de actuaciones y luchas. No te quejes, que es en vano. UGT y CCOO no pueden traicionarte, porque estás avisado.

Hay quien plantea la creación, desarrollo y extensión de un nuevo sindicato alternativo no traicionero. Y yo digo que es muy mala idea. Sindicatos hay doscientos. Uno más no va a cambiar nada, al contrario, llegado el momento, ¡zas!, la traición al canto. Cualquier sindicato, alternativo o traicionero, que entre en la dinámica de funcionamiento actual, acaba actuando como los otros dos. ¿Y eso por qué?

Imagina que vas a una verbena, presumiendo que vas a bailar el pasodoble mejor que nadie. De acuerdo. Pero tienes que cumplir las reglas. Tienes que evolucionar con tus giros y piruetas en una dirección, sin empujar a los demás, realizando la coreografía y llevando el ritmo. Y al hacer eso, estarás no solo cumpliendo con las reglas, sino dándoles más valor, ya que tú mismo las aceptas y participas de ella. En resumen, todos acabáis haciendo lo mismo. Unos como espectadores pasivos, y otros danzando.

Ahora bien, puedes llegar al baile e incumplir las reglas: vas a contra mano, empujas, lanzas alaridos… Inmediatamente la gente se incomoda, llaman a seguridad y te arrojan al pilón a patadas. Quien no cumple con las reglas, no baila en la fiesta.

Por eso, lo normal, en quien no traiciona, es estar fuera de la pista. ¿Y bailar desde afuera? Ya, el problema es que todos los que tienen que hacer el cambio, están en la verbena. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/21682