...No hay inocentes. Todxs nosotrxs formamos parte de la máquina social del Poder. La pregunta es si somos el aceite o la arena de su engranaje. Por eso, rechazamos la idea de la inocencia aparente de la sociedad. El silencio nunca es inocente. Odiamos tanto la mano que sujeta el látigo como la espalda que pasivamente lo padece...