Un informe del Tribunal de Cuentas rechaza los acuerdos de colaboración firmados entre la fundación de la caja y Fundeste (IU), Fundescam (PP) y la Fundación para el Estudio de los Problemas de las Ciudades (PSOE) por ser demasiado genéricos y su ánimo de “liberalidad”...
Tres fundaciones de los principales partidos de la Comunidad de Madrid en 2009, PP, PSOE e IU, recibieron de la Fundación Caja Madrid donaciones que, según un informe del Tribunal de Cuentas, son irregulares. En total, las tres organizaciones obtuvieron, entre 2009 y 2011, 482.404 euros por encima de lo que establece la Ley de Financiación de Partidos Políticos. Las tres fundaciones son Fundescam (PP), Fundación para el Estudio de los Problemas de las Ciudades (PSOE) y la Fundación de Estudios Municipales y Territoriales (Fundeste, de IU). El órgano fiscalizador, que no identifica en su estudio a la entidad donante, no abrió ningún proceso sancionador en ninguno de los casos.
La actividad de las tres fundaciones es invisible. Por ejemplo, según se puede comprobar en la base de datos del ISBN del Ministerio de Educación, la Fundación para el Estudio de los Problemas de las Ciudades tan sólo ha editado un libro desde su creación, en 2003, pese a que es uno de los fines para los que fue creada, según su registro. El caso de Fundeste es más grave: su última publicación es de 1993. Ninguna de las dos aparece tampoco mencionada en notas de prensa, informaciones, otro tipo de publicaciones, cursos o seminarios en los que participaran de una forma activa o pasiva. El rastro en internet es nulo: ni siquiera tienen una página web propia.
En cuanto a Fundescam, tal y como publicaron Ignacio Escolar y Alicia Gutiérrez en 2009 en Público, estuvo relacionada con la financiación de actos del PP a través de la red Gürtel. Tampoco aparece rastro alguno en internet o en las bases de datos oficiales sobre su labor o sus publicaciones. Fundescam, además de dinero de Caja Madrid, recibía elevadas donaciones de empresarios como Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández que después consiguieron numerosas adjudicaciones con la Comunidad de Madrid. El PP gastó los donativos recibidos en Fundescam en la campaña electoral de Esperanza Aguirre. La Fiscalía Anticorrupción investigó un presunto delito de financiación ilegal que quedó en nada porque había prescrito el plazo para perseguirlo.
El caso de las fundaciones de PP y PSOE ya era conocido, como resultado de la guerra política que se desató tras la publicación de las relaciones de Fundescam con la Gürtel y con carácter previo a la publicación del informe del Tribunal de Cuentas. El caso de Fundeste, vinculada a IU de Madrid, pasó desapercibido.
La Fundación Caja Madrid donó 373.888 euros entre 2009 y 2011 a Fundeste. El método fue el mismo que en los dos anteriores casos: sellar un escueto acuerdo de colaboración en el que se indicaba, en este caso, que el dinero se cedía “para ayuda a la organización de jornadas y conferencias”. Sin más especificaciones, según el documento, al que ha tenido acceso eldiario.es.
El órgano fiscalizador asegura en su informe (aquí, en PDF) que “del análisis de la documentación contable y justificativa facilitada” por Fundeste “se ha observado la existencia de un convenio con una entidad jurídica” de la que no da el nombre. Dicha entidad es la Fundación Caja Madrid, según ha confirmado su gabinete de Comunicación a eldiario.es.
El documento del Tribunal de Cuentas es definitivo, es decir, una vez analizadas las alegaciones presentadas por Fundeste, cuyo patronato estaba entonces presidido por el actual portavoz municipal, Ángel Pérez. Desde finales de la primavera pasada, el Patronato de Fundeste tiene otra composición.
El Tribunal de Cuentas señala en el informe que la aportación de la Fundación Caja Madrid “tiene la naturaleza de donación, dado el ánimo de liberalidad que preside la información” y por “la falta de equivalencia entre las contraprestaciones pactadas” entre ambas instituciones. Dado el “carácter meramente genérico” del convenio suscrito, continúa el órgano fiscalizador, “se deduce que su objeto tiene un carácter meramente genérico”, por lo que, y pese a las alegaciones presentadas por Fundeste, “se mantiene la consideración de estos ingresos como donación”.
Este sistema se repite en los otros dos casos. El Tribunal siempre señala la “liberalidad” con la que se signan los convenios. Es decir, que la Fundación Caja Madrid aportaba un dinero con el que, básicamente, las entidades receptoras podían hacer lo que quisieran. Por eso el organismo considera que son una donación. Eso sí, en todos los casos debían justificar con una memoria de actividades que lo empleaban en los cometidos que señalaba el convenio. La Fundación Caja Madrid ha asegurado a eldiario.es que dichas memorias eran presentadas siempre y en plazo.
El matiz entre donación y convenio de colaboración es importante. En el caso de Fundeste, al ser considerada una donación, la aportación de 2009 (213.650 euros) supera el máximo permitido por la Ley de Financiación de Partidos Políticos. En concreto, la Disposición adicional séptima.
Fundeste alegó, según señala el informe, que dicho tope ya no existe, a lo que el Tribunal responde que el cambio legislativo es de 2012 y el ejercicio fiscalizado es de 2009.
En total, las tres fundaciones recibieron entre 2009 y 2011 de sus convenios con la Fundación Caja Madrid 1.422.331 euros, 673.443 euros para la Fundación para el Estudio de los Problemas de las Ciudades, 375.000 para Fundescam y 373.888 para Fundeste. De ellos, 482.404 excedieron el límite impuesto por la ley.