- Se trata de un pequeño huerto colectivo cuyos productos iban a ser donados a las familias necesitadas del barrio de El Bercial
- Durante meses, los vecinos han limpiado, desbrozado, acondicionado y plantado un pequeño terreno abandonado junto a la M-45
Hace unos meses, un grupo de vecinos y vecinas del barrio de El Bercial se pusieron en contacto con la Asociación Vecinal NUBER para que ésta actuara como mediadora entre ellos y el Ayuntamiento de Getafe. Su objetivo era conseguir permiso para gestionar un pequeño terreno, ubicado detrás del centro comercial y la M-45, que se encontraba abandonado, lleno de matojos, escombros y suciedad. Para ello, presentaron un proyecto social, en el que se incluían talleres con niños y niñas de plantación de semillas y el cuidado de las plantas. Además se posibilitaba la participación activa de personas mayores, con lo que se veía muy interesante la relación intergeneracional entre los mayores y los niños y niñas. Sin olvidar el carácter social del huerto, pues toda su producción iba a ser donada de forma íntegra al banco de alimentos que Cáritas tiene en el barrio de El Bercial, y que actualmente atiende a 54 familias con niños y niñas menores que no tienen ningún tipo de ingreso económico.
Pasado el tiempo, y sin tener contestación alguna por parte de la Delegación de Medio Ambiente, los vecinos y vecinas se ocuparon de recuperar el suelo que se encontraba abandonado, limpiándolo de escombros, procediendo al desbroce de matojos y a remover la tierra que no estaba en buenas condiciones al contener restos de material de obra. Finalmente, recuperaron objetos por el barrio, como neumáticos que pintaron y usaron como tiestos, plantando en ellos varias especies aromáticas, otorgando al espacio una visión mucho más agradable que la que encontraron. Y esto, durante el verano, de sol a sol, con sus propias manos, esfuerzo e ilusión por llevar adelante el proyecto.
Tras acabar el verano, y realizar la primera plantación de judías, sus ilusiones se han ido al traste. El Gobierno de Juan Soler, por mediación de su concejal de Medio Ambiente, Jesús Burranchón, tras una inspección ha ordenado restituir el terreno “en el estado en que se encontraban con anterioridad”. De no ser así, y trascurridos tres días de plazo, “se procederá de oficio y sin más trámite, en su caso, al citado desmantelamiento” por parte de los servicios municipales.
Este medio se ha puesto en contacto con una de las personas que colaboraban en el huerto, el cual se pregunta: “¿qué daño puede hacerle al Ayuntamiento que los vecinos y vecinas estemos sacando adelante, con nuestro esfuerzo y nuestros recursos, un espacio que estaba abandonado para darle una función social?”, y continua, “nosotros no queremos saber nada de política, solo queremos echar una mano a nuestros vecinos que lo están pasando mal, y en ello pusimos mucha ilusión y muchas horas de trabajo, de las personas voluntarias que hemos estado las tardes de verano limpiando, segando, llevando agua en garrafas desde nuestras casas, removiendo tierra y comprando las plantas que actualmente se encuentran plantadas”. “No entendemos nada, y menos que tengamos unas personas ocupando unos puestos en el Ayuntamiento que tengan tan poca sensibilidad social hacia los vecinos que dicen representar. Estamos muy enfadados”.
Preguntados por lo que van a hacer, contestan resignados “hemos quitado lo poco que teníamos, los neumáticos abandonados que recuperamos de varias parcelas y que el propio Ayuntamiento no se ocupa de limpiar, hemos vaciado la compostera, recogido las pocas herramientas que teníamos, pero las plantas de las judías no las vamos a arrancar, si ellos lo quieren hacer, pues adelante…”. Finalizan diciendo que “estamos planteando movilizar al barrio, recoger firmas, contar lo que ha pasado, porque la indignación nos supera. Parece que esos señores, que cobran dinero público y que no tienen necesidades económicas porque viven a nuestra costa, han ganado a los vecinos que sin ánimo de lucro, han trabajado a destajo para los vecinos que lo necesitan, no como el Alcalde y sus concejales”.
Recordemos que, el pasado mes de mayo, el Gobierno de Juan Soler también prohibió la realización de la tradicional Fiesta de la Primavera Solidaria en El Bercial, actividad orientada principalmente para niños y niñas al contar con títeres, cuentacuentos y talleres gratuitos, y que como novedad iba a realizar una recogida de alimentos para donarlos a las familias necesitadas del barrio a través de Cáritas.