El trabajo mata. El trabajo paga…
El tiempo pagado no se recupera nunca más.
R. Vaneigem
¡Qué locura el amor al trabajo! ¡Qué gran habilidad escénica la del capital
que ha sabido hacer que el explotado ame la explotación,
el ahorcado la cuerda y el esclavo sus cadenas!
A. M. Bonanno
¡La revolución comunista se trata de oponernos hoy al capital,
su Estado y su sistema de trabajo asalariado!
Autonomía Proletaria
Proletario-a:
El trabajo es la actividad no libre, deshumanizada y explotada a causa de la propiedad privada. Se trata de una actividad separada de los demás aspectos de la vida que, al producir mercancías, nos separa y aleja de nosotrxs mismxs como humanxs. La sociedad capitalista es la sociedad del trabajo. En ésta, no trabajas para vivir: vives para trabajar. Así, desde que naces hasta que mueres, desde que te despiertas hasta que te duermes (y hasta en los sueños y pesadillas), estás sometidx al trabajo por todos lados. Pero ¿se puede llamar vida a esto? ¿Estás satisfechx o feliz con ella? ¡Seguro que No! Y aunque lo ocultes o te autoengañes, tú lo sabes, tú lo sientes…
¿Por qué? Porque, en otras palabras, el trabajo es obligación, explotación, opresión, alienación, sacrificio, sufrimiento, fatiga, agonía (tanta, que hasta en los buses te duermes y en tu casa haces menos el amor). El trabajo es una tortura.* Y ninguna tortura “dignifica” al ser humano. Al contrario: nos vuelve cosas-mercancías que producen la riqueza y el poder de los ricos y poderosos, a la vez que nos pone a competir entre nosotrxs mismxs y nos hace individualistas. EL TRABAJO DESHUMANIZA. EL TRABAJO ENFERMA. EL TRABAJO MATA (a la humanidad y a la naturaleza). En fin, el trabajo es nuestra mortal esclavitud asalariada, administrada y vigilada por el Estado-Capital.
Pero ¿por qué debemos trabajar y sobrevivir a cambio de un salario para no morirnos de hambre? Porque estamos en una GUERRA DE CLASES, donde cada acto que el capital hace y publicita en nombre del progreso o del bienestar solo es posible a costa de explotarnos, someternos y hacernos aún más miserables mediante el trabajo asalariado. Amenazándonos y aterrorizándonos siempre con el desempleo (sobre todo en momentos de crisis capitalista, como el actual), cuando la verdad es que si el trabajo fuese abolido, también desaparecería el desempleo. Es decir, el trabajo -junto con la propiedad privada- es la principal arma del capital para mantenernos explotadxs, controladxs y anuladxs como clase revolucionaria, como proletariado. Pero si la burguesía y su Estado nos dominan de tal modo, es porque en el fondo nos tienen miedo. Sí: miedo a que lxs proletarixs les hagamos la guerra a ellos. Miedo a que nos asociemos para luchar autónomamente por nuestras reivindicaciones de clase. Miedo a que nos reapropiemos de todo lo que hemos producido y lo usemos para satisfacer nuestras necesidades humanas y ya no las ganancias del capital. Miedo a que el proletariado ataque y asalte de nuevo esta sociedad de clases. Miedo a que nos rebelemos contra todo este orden de cosas y lo eliminemos por la fuerza. Miedo a que neguemos y destruyamos lo que nos niega y nos destruye: miedo a que dejemos de trabajar, a que dejemos de ser sus bestias-máquinas de hacer riqueza a costa de nuestra miseria y, en lugar de eso, nos dediquemos a vivir y a luchar para ser libres y felices de verdad… Precisamente por esa fuerza vital revolucionaria que poseemos y que podemos ser, hermanx proletarix, no se trata solamente de luchar por “mejores condiciones” laborales y salariales (bajo el yugo del capital), sino de LUCHAR CONTRA EL TRABAJO. Y a largo plazo, no se trata de “liberar al trabajo”, sino de liberarnos del trabajo para así vivir una vida que merezca ser vivida.
Pero en vez de todo eso (¡cuán dominadxs estamos, maldita sea!), tú haces como si la guerra de clases no existiese y prefieres seguir siendo explotadx y oprimidx en el trabajo como si fuese algo “normal” y hasta “eterno”; prefieres seguir pasando y haciendo pasar amargas necesidades a lxs tuyxs, porque “así es la vida” o porque “diosito así lo quiso”; y, peor aún, prefieres seguir alimentando con tu miedo ilusiones burguesas (del tipo “estudiar, trabajar y tener dinero para ser alguien en la vida”, etc.), en lugar de romper tus cadenas de una vez. Entonces el problema no es solo que te toque trabajar para sobrevivir porque no eres dueñx de propiedades o negocios que te den dinero para adquirir lo necesario: el problema es que prefieres seguir siendo unx esclavx voluntarix antes que asumirte y luchar como proletarix.
Proletario-a:
¡No permitas que el trabajo absorba tu existencia! ¡No dejes que tu horario secuestre tu tiempo!
Quien controla el tiempo (y el espacio), controla la vida. Por eso:
¡ARRÁNCALE TIEMPO A LA INHUMANA, ABSURDA Y ASESINA RUTINA DEL CAPITAL!
Y en ese tiempo, VIVE, ama, goza, descansa, come, bebe, baila, canta, juega, crea, viaja, lee, aprende, escribe, comparte, discute, organízate, conspira, lucha, lucha, LUCHA...
Practica y disfruta la pereza, el ocio o la "vagancia" como una forma de resistencia contra el trabajo. Esto ya es una forma de boicot e incluso de sabotaje al capital. Y además es una forma de autoproteger tu salud y tu vida. Asimismo, practica el “robo” a tu patrón o a “tu” empresa para “desquitarte” de lo que te explota y para ayudar a satisfacer tus necesidades y las de lxs tuyxs. Esto también es acción directa contra el capital.
“Dijeron ¿robar?” –tal vez preguntes asustadx. A lo que respondemos: “¿es robar si ya es robado?” Pues no, hermanx proletarix, no sería un “robo”, sino una legítima recuperación de lo que nosotrxs mismxs hemos producido con nuestro trabajo y que, por lo tanto, nos pertenece, pero de lo cual los ricos se han apropiado y lucrado. Por eso, los únicos y más grandes “ladrones” son los capitalistas. La propiedad privada y el trabajo son un robo en sí mismos: nos roban los medios para poder vivir, el fruto de nuestra actividad, nuestro tiempo, la vida misma... Así que no te sientas mal si les “robas” a los capitalistas: antepón e impón así tus necesidades humanas y de clase frente a las asquerosas exigencias del trabajo y del capital. “El patrón te necesita, tú no necesitas al patrón”. Entonces, no lo dudes:
¡“RÓBALE” TIEMPO AL TRABAJO PARA VIVIR Y PARA LUCHAR! CON ASTUCIA, PERO SIN MIEDO.
Proletario-a:
¿No estás cansadx ya de ser unx esclavx asalariadx, unx siervx voluntarix, una criatura sumisa y pasiva, casi inerte? Pues deja ya tu rol social de “buenx trabajadorx” o “buenx ciudadanx”. Asúmete como proletarix y lucha por una vida salvajemente libre, comunitaria y placentera.
¡TOMA TU VIDA EN TUS PROPIAS MANOS! Y mantente en combate para que no te la vuelvan a quitar.
Desconfía, rechaza y enfrenta tanto a tus explotadores y dominadores como a tus representantes, dirigentes o “salvadores” (mafia de reformistas), que en verdad solo quieren ser tus futuros pastores o amos capitalistas.
Pero sobre todo, ¡deshazte del burgués que hay en ti! ¡Desnuda y mata al opresor que llevas dentro! Sí: ¡TÚ MISMX ERES TU MAYOR OPRESORX Y, POR ESO, TÚ MISMO ERES TU MAYOR LIBERTADORX! Para ser libre hay que luchar contra el sistema, pero también hay que luchar contra unx mismx.
¡TU LIBERACIÓN SERÁ OBRA DE TI MISMX O NO SERÁ OBRA DE NADIE!
Sin embargo, la lucha proletaria no es una lucha individual, aislada. Es una lucha de clase, como proletariado. Pero sabiendo que ¡no es ningún orgullo ser proletarix! ¡Al contrario: es una condena que hay que abolir! Y es que proletarix no solo es el/la desposeídx y explotadx, sino el/la que no tiene poder sobre su vida y lo sabe. Por eso la lucha proletaria en el fondo es una lucha por reconquistar la vida de las garras del capital. Por eso EL PROLETARIADO SOLO SE AFIRMA EN SU NEGACIÓN: CUANDO LUCHA CONTRA EL TRABAJO Y PARA DEJAR DE SER HUMANIDAD PROLETARIZADA Y SUFRIENTE. Por eso EL PROLETARIADO ES REVOLUCIONARIO O NO ES NADA.
Con esa perspectiva y ese espíritu, une o junta tu resistencia a la de otrxs proletarixs que también resisten a diario como pueden, y a lxs cuales solo en la lucha contra el enemigo común lxs encontrarás (no “reclutándolxs” ni “concientizándolxs”). Entonces allí, en la misma lucha de clase, construye relaciones humanas libres de explotación y dominación: relaciones igualitarias de SOLIDARIDAD y afecto entre proletarixs y, al mismo tiempo, de ANTAGONISMO a muerte contra el capitalismo y sus agentes. Construye así una real COMUNIDAD DE LUCHA proletaria en contra y más allá del mundo del capital. Y junto a tu comunidad de lucha, hermanx proletarix, de maneraautónoma y apasionada, lucha por reconquistar tu vida y vivirla de verdad. Porque LUCHAR CONTRA EL TRABAJO ES LUCHAR POR LA VIDA: ésta es, sin duda, una lucha revolucionaria, cuyo carácter es mundial, histórico y cotidiano a la vez.
Es mundial, porque nuestrxs hermanxs proletarixs que hoy luchan en otras partes del mundo (siria, egipto, grecia, españa, ee. uu., chile, bolivia, etc…), en última instancia están luchando -así no lo sepan o así lo llamen de otras formas- contra toda esta sociedad del trabajo, contra la mercancía, el dinero, las clases y el estado. Y su lucha es nuestra lucha, porque LXS PROLETARIXS NO TENEMOS PATRIAS, sino que somos una sola clase mundial, un solo puño, un solo corazón.
Es histórica, porque la lucha proletaria contra el trabajo existe desde que existe el capitalismo. Y porque, históricamente para liberarnos de nuestra condición de “clase que vive del trabajo” y, en cambio, para vivir y ser una comunidad humana real y mundial (la sociedad sin explotación ni dominación de ningún tipo), hay que abolir el trabajo asalariado y la propiedad privada mediante la dictadura revolucionaria (social, antiestatal) del proletariado. Sí: ¡DICTADURA DEL PROLETARIADO PARA LA ABOLICIÓN DEL TRABAJO ASALARIADO!
Pero también es cotidiana, porque ¿qué más cotidiano para lxs proletarixs que el maldito trabajo? Por lo tanto, en la lucha o resistencia cotidiana –colectiva e individual- contra el trabajo también habita el vivo fantasma de la revolución comunista y anárquica; así también se siembra las semillas de la revolución.
Proletario-a:
Tal vez hoy nos descalifiques como “vagxs”, “irresponsables”, “locxs”, “utópicxs”, “extremistas”, “lumpen” y otros típicos insultos vacíos, a lxs proletarixs comunistas y anarquistas que odiamos el trabajo y luchamos contra él. Pero mañana, cuando tus mismas necesidades y deseos vitales te empujen a luchar sin intermediarios ni miedos contra el trabajo y sus perros guardianes (de derecha y de izquierda), nos llamarás compañero-a, y entonces seremos cómplices enrabiadxs contra la esclavitud del trabajo y amantes apasionadxs de la vida libre en comunidad.
¡A LUCHAR CONTRA EL TRABAJO HASTA ABOLIRLO!
¡El FIN DEL TRABAJO ASALARIADO ES EL PRINCIPIO DE NUESTRAS VIDAS!
¡POR LA ACTIVIDAD HUMANA LIBRE, COOPERATIVA, CREATIVA,
PLACENTERA Y LIBERADORA!
¡POR UN MUNDO SIN TRABAJO, CLASES NI ESTADO, PERO CON PAN, TIEMPO LIBRE, COMUNIDAD Y FELICIDAD REALES!
Brigada fantasma de agitación comunista-anarquista
fantasmacomunistaanarquista[a]gmail.com
Quito-Ecuador, verano 2012